lunes, 4 de enero de 2010

Don Cosme y su ética cosmética



Sí, soy subcampeón regional de scrabble. Qué pasa. Dame una palabra y saco un trabalenguas, como el desenladrillador. Bien, a qué viene esto? Evidentemente, a nada, pero de alguna manera tenía que titular un post dedicado a la nueva cosmética, a la que ha pasado por miles de horas de investigación, a la que alberga las fórmulas más complejas, las inversiones más desorbitadas, la implicación de eminencias científicas, o los componentes más recónditos y escasos... me refiero a la baba de caracol y el veneno de serpiente. Sí, tentado he estado de iniciar este post con el "conxuro" (mouchos, coruxas, sapos e bruxas...), pero temía equivocarme y que alguien me dijera que no, que la baba de caracol y el veneno de serpiente nada tienen que ver con pócimas, hechizos ni brujería científica. En realidad, estos dos productos, asiduos a la teletienda (ese lugar mágico donde el regalo promocional parece mejor que el propio producto) y otras publicideces selectas, me merecen un gran respeto. Se venden como churros, y han conseguido lo que en comunicación llamamos un "soporte de credibilidad" de incuestionable valor en el aval de prestigiosas Universidades y organizaciones científicas. De hecho, el veneno de serpiente (sí, yo también me pregunto quién es el guapo que le echa cojones para... en fin), se presenta como "el producto más utilizado por las estrellas de hollywood", con lo cual, se confirma su fama de víboras. 
Pero pongámonos en el lugar de las grandes marcas. Por ejemplo, L´oreal. En el top ten de inversores publicitarios desde que algo se mide en publicidad. Trillones en I+D+i+d+I+d+....
y ahora, ve cómo un remedio medieval quita arrugas y aporta tropecientas propiedades un tanto asquerositas para ser y estar más guay de cara al mundo. Si yo fuera responsable de esa suma (I+d+i+d+i...), probablemente, mi aspecto habría sufrido tal degeneración que me diera sin remedio al veneno de serpiente y la baba de caracol. En fin, caprichos del mercado...
Hasta aquí el capítulo de hoy de qué mundo este,  oyes.
Un saludo terso y suave.

2 comentarios:

  1. Yo he visto los anuncios de esa crema y la verdad es que tiene que dar como asquito meter la mano en un pote lleno de extracto de baba de caracol... ¡aghhh! Prefiero quedarme feo como soy.

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  2. Es como todo, si no te dicen lo que es... conozco a más de uno que se haría un bocata con eso

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